Recuento de un ex preso político en la corte chilena por la extradición de Romano

Fernando Rule

Les cuento acerca de gestiones que hicimos. Es lo que vi, pero los otros compañeros aportarán lo que me olvide o corregirán lo errado.

En un principio, se nos había propuesto tener una entrevista con un miembro de la suprema corte, que es el organismo que opina y al final decide sobre la extradición de O. Romano. Esto iba a ser una gestión discreta, sin abogados ni periodistas. Pero parece que cambiaron de idea - la Corte o los abogados - y se publicó en El Mercurio (se filtró, me dijo la periodista de El Mercurio ). La noticia fue reproducida luego por varios medios locales, con detalles, hasta nuestros nombres, cosa que no era muy simpática, pero bueno, a lo hecho, pecho. Llegó como una citación formal escrita, a la oficina de Silvia, llevada por Interpol. A nosotros nos comunicaron Silvia y los abogados.

Todos saben que nuestros abogados, en esto de denunciar a los jueces y funcionarios judiciales colaboradores y socios de la dictadura, son Pablo y Viviana. Pues bien, para gestionar en Chile, nombramos a unos abogados de Santiago, Rodrigo Pérez y Carlos Quesada, con poder para
representarnos allí. Ellos son parte de un organismo defensor de los DDHH que se llama IDHEAS.
El miembro de la Corte que nos citó - son como 26 - se llama Sergio Muñoz y lo hizo, según nos lo explicó, para tener más elementos de primera mano para decidir sobre la extradición de Romano.
Pues bien, cada uno, individualmente, acompañado por el abogado Pérez, expuso los motivos por los cuales cree que la corte chilena debería acceder al pedido de extradición que solicita el gobierno
argentino. Eso duró desde las nueve de la mañana hasta las 14:00 o 15:00 más o menos. Luego tuvimos unas reuniones sociales, de las que hablaremos personalmente y que fueron muy gratas.
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El juez, o ministro de la corte, nos atendió con una formalidad extrema, sin durezas ni zalamerías. Luego de nuestras declaraciones, nos volvió a llamar a todos para saludarnos. A los abogados les pidió toda la documentación, legalizada y autenticada, que avale nuestros dichos. Esto último nos hace pensar que piensa trabajar en el asunto, y muy probablemente, para extraditar a Romano. Por otro lado, también es cierto que extraditar a Romano es introducir el tema de la participación de los civiles en los delitos de lesa humanidad, cosa que en Chile ni se toca. Pero somos optimistas aun así. Veremos en el transcurso del año 13.

También fuimos acompañados por dos sicólogas - Sol y Paz - inteligentísimas, bellas y también integrantes de IDHEAS. Todo el tiempo. Hasta tomar el colectivo de vuelta. Fuimos Luz, Alicia, Alberto y yo, y allí nos esperaba Silvia. Nos acompañó, en representación del gobierno de Mendoza, Rubén Cuello (director de protección de derechos humanos de la provincia). Rubén gestionó su propuesta, que fue que el gobierno enviara una comisión acompañándonos, y solventara los gastos del viaje. Como saben, la realidad siempre es más gris, y logró que lo enviaran a él. No más. Que fue una gran cosa por la jerarquía que le daba su presencia a la gestión. Los gastos los aportamos cada uno de los que fuimos, y, en cierta forma, por Silvia y un tremendo almuerzo chino a cargo de Rodrigo Pérez, que lo pagó.
Salimos de Mendoza a las 22,30 del jueves 15 (en bus, en lo que llaman coche cama, que es un asiento bastante cómodo, mas no cama, que no había; excepto Luz que no consiguió cama y tuvo que viajar en asiento común. Tercera clase, se decía antes.) Llegamos a las 6:00 del viernes 16, desayunamos chatarra, nos vimos con la gente de IDHEAS, fuimos al edificio de la corte, almorzamos, caminamos una hora, y tomamos el bus a las 22:00 (esta vez todos en tercera clase, ya no quedaban de segunda) . Luz se quedó un par de días más, Silvia marchó a su casa y el resto acabamos de llegar y cada uno a sus cosas.

Resumen : todo muy bien.
Creemos que, de resolverse satisfactoriamente este asunto, y Romano termina en la cárcel, estaremos produciendo un avance de muy gran importancia regional, pues esto sería una parte de la verdadera aplicación de los pactos regionales firmados en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Creemos también que tendría una gran influencia en los gobiernos latinoamericanos que, lo decimos con dolor, están bastante más atrás que nosotros en este tema.

La Quinta Pata