domingo, 23 de febrero de 2014

Policía, política y mafias -I-

Ramón Ábalo

Con este título en la tapa de la revista de Madres de Plaza de Mayo “¡Ni un paso atrás!”, enero-febrero del corriente año, se dan a conocer conceptos sobre la temática de la problemática policial -en general de las fuerzas de Seguridad- en una entrevista al especialista Marcelo Sain, con un currículo que tiene su primer hito en 1983. Es licenciado en Ciencias Políticas y en un largo reportaje que le hace Hebe de Bonafini, titular de Madres, analiza su experiencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la primera fuerza policial creada aquel año, con conducción civil, organizada bajo parámetros democráticos y con controles externos. Habla de un nuevo pacto político que permita poner en caja a las policías. La totalidad de las expresiones de Sain en dicho reportaje manifiestan un pensamiento profundo y a tono con la realidad presente de las fuerzas de seguridad, pero especialmente de la policía. Vale que transcribamos parte de esas reflexiones. La transcripción, aunque es parcial, es fiel del texto:

"Las policías no estaban habituadas a trabajar en la protección institucional contra el crimen organizado. Era una policía manejada por un grupo con un compromiso político e ideológico. Las policías no pueden ser partidarias, tampoco pueden serlo los ejércitos, pero si con un compromiso contra el crimen más pesado. En el Aeropuerto teníamos la posibilidad de trabajar esa línea porque ahí no hay delincuentes de poca monta...”

“Cuando nosotros trabajamos, por ejemplo, era inesperado que una policía investigara a la Aduana, entonces los allanamientos eran en Villa Crespo, en departamentos de 500 mil dólares recién comprados, con audio en la puerta de empleados de Aduana. O en Barracas, al director de Aduanas de Ezeiza se le encontraron 800 mil dólares en una caja de zapatos en el vestidor. Esas cosas no eran esperadas y demostraron que se puede tener una policía democrática, exitosa, pero también atemorizaron mucho al poder político. “

"Las policías están para los pobres y de alguna manera el sistema político lo avala.”

"Cuando nos metimos en delitos de lesa humanidad y empezamos a colaborar con la Justicia fue una decisión política mía porque yo veía que en ese punto el resto de las policías no hacía nada y había prófugos históricos de décadas. Y nosotros un día, creo que fue en el 2007, en una elección legislativa, detuvimos a 27 prófugos en causas de delitos de lesa humanidad, y los detuvimos en las escuelas cuando iban a votar...”

"...Yo era viceministro de Juampi Cafiero, estaba Felipe Solá en la provincia. Y yo veía que el gobierno de Duhalde operaba mucho contra Solá. El momento culminante fue por el secuestro de un chiquito pobre de El Jaguel, que se llamaba Diego Peralta. Lo secuestran y lo matan a los tres días y mantienen en vilo a la sociedad durante veinte días y el pibe ya estaba muerto, fondeado en una tosqueta, una cosa espantosa. A mí me traen la organización que había estado detrás del hecho y yo digo esta organización no puede mantener veinte días a nadie, estos son unos cachivaches. Esto es la policía, y esto es un apriete de la policía hacia Felipe y todos nosotros, y lo dije públicamente. Entonces después me cuenta Néstor Kirchner que él lo había leído una vez y ahí le quedó quién es este pibe... Ahí el tipo dijo "si alguna vez tengo oportunidad quiero tener vinculación con Marcelo"... y yo era mala palabra para Duhalde porque para mí el duhaldismo fogoneaba el problema manejando la policía. Entonces me convocan a través de Alberto Fernández para que yo les cuente qué pasaba en la provincia de Buenos Aires. Ellos venían del sur, no tenían la letra chica. Entonces yo empiezo a colaborar con Alberto Fernández y con Gustavo Beliz, que era el ministro del área en ese momento, dando cuenta de lo que pasaba a nivel de la provincia de Buenos Aires de la descomposición del sistema de seguridad y la verdad es que ellos no tenían noción de eso, de la magnitud, les pareció medio fabuloso...”

"No tenían noción de nada "venían de una provincia con 2500 policías, donde Néstor gobernaba conociendo a todo el mundo. Esto era muy intrincado, mercados ilegales, la policía manejando el narcotráfico, financiándose institucionalmente del crimen organizado... Al principio del 2005 se produce la crisis de Southern Winds, vinculada al narcotráfico, ya nos conocíamos. Yo había trabajado muy en reserva y entonces me pregunta “¿vos qué hacías acá?". Y le digo que crearía una policía nueva, que no ponga a la gendarmería o a la Policía Federal porque acá hay plata de verdad, hay mafias, más de lo mismo. Entonces, a los dos o tres días me llaman y me dicen "bueno, hacelo". Así fue el origen de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Hablé muy sinceramente con Néstor y le dije que iba a tocar cosas, le pedí que me banquen y que después me dejen salir del país con la familia "porque usted puede... me voy a meter con gente muy pesada y usted me tiene que bancar porque voy a pelearla solo a esa". Entonces él se quedó un poco sorprendido. Pero avanzamos...”

"Además, dentro del sistema de seguridad policial lo que nosotros generábamos era mucho recelo en el resto de las policías, por el modelo nuestro: control externo, mando civil, compañeros del peronismo de izquierda manejando una policía con un discurso progre, era un peligro para el resto de las policías. El jefe de la Federal un día me dijo "ustedes están preparándose para venir por nosotros". "Vallecitas, quédate tranquilo", le digo, pero yo me moría por ir por la Federal porque para mí era un bastión autoritario, no tocado por la democracia. No porque tuviera algo en particular con la Federal, sino sencillamente, porque son instituciones que en realidad gestionan para los sectores dominantes de hecho. Esa fue la experiencia con la que yo empecé en la PSA, estuve cinco años y luego me fui a la Universidad...
(seguirá)

La Quinta Pata

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