Alejandro Frias
“Instrumentos de navegación en política y gestión cultural” se titula el libro en el que Javier Ozollo y León Repetur dan pistas para la generación de empresas culturales.
Javier Ozollo y León Repetur proponen con Instrumentos de navegación en política y gestión cultural (Ediunc, para su colección Indagaciones) un texto acertado ya desde su título, puesto que la gestión cultural es un campo en el que aún falta mucho por explorar y definir, y son brújulas, compases y mapas lo que hay que empezar a elaborar en la incipiente búsqueda de la consolidación del hecho cultural como modo de vida y sustento.
Ozollo y Repetur compilan no solo artículos para comenzar a comprender de qué se trata la gestión cultural y qué ámbitos abarca, sino que también suman entrevistas a “exitosos” gestores culturales de proyectos editoriales, teatrales, musicales y de artes plásticas.
Instrumentos… es una herramienta para comenzar a echar luces sobre la cultura, el hecho y el producto cultural como elementos estratégicos dentro de la economía de un pueblo, poniendo el ojo las funciones del Estado como impulsor y promotor y en el hacer de quienes están en la búsqueda de espacios de manifestación propios que sean espejo del pueblo.
Por su parte, Gonzalo Llanes, como invitado, se explaya sobre la cultura como un derecho, un tema sobre el cual el debate es apenas germinal en muchos aspectos, por lo que se hace necesario comenzar a pensarlo como parte de la agenda tanto estatal como de las organizaciones intermedias.
Las experiencias de la revista Zero, Cantapueblo, el elenco Viejos… Los Trapos y el colectivo ED Contemporáneo son expuestas desde las voces de sus integrantes y sirven como guía para la coordinación y puesta en práctica de proyectos culturales, lo que le da a Instrumentos… el carácter casi de guía para la elaboración y puesta en marcha de empresas culturales.
Insistimos en que esta iniciativa de Ozollo y Repetur debería aparecer como el puntapié inicial en la discusión de la gestión cultural en la provincia, porque el camino por recorrer en la profundización es todavía mucho, así como también es mucho el camino que al estado le falta andar para generar una política de gestión cultural que contribuya a la creación de empresas, entendiendo que una empresa cultural excede los conceptos que desde lo tradicional se entiende como empresa, pues en ellas se juegan muchas más cosas que la mera búsqueda de una forma de captación de ingresos económicos, apuntando, incluso, a un cambio paradigmático en la lógica del concepto.
La Quinta Pata, 08 – 04 – 12
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